La Ruta Científica Juvenil acerca a los participantes al estudio de la entomología y a la historia de la salud pública venezolana, inspirando nuevas vocaciones al servicio de la sociedad.
En el marco del programa Nacional Semilleros Científicos, perteneciente a la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación “Dr. Humberto Fernández Morán” y articulada con la Gran Misión Venezuela Joven, se realizó una nueva edición de la Ruta Científica Juvenil en el Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldón” (IAES) en Aragua. La actividad, ejecutada a través de la Unidad Territorial Fundacite Aragua, contó con la participación de 16 jóvenes de las comunidades Venezuela Heroica y Central de Maracay Socio-productiva, quienes se adentraron en el fascinante campo de la entomología.
La jornada inició con un cálido recibimiento por parte de la Dra. Neudy Castillo, Directora del Instituto, junto al Coordinador de Maestría, Juan Lorenzo, y el Dr. Carlos Quinto, encargado del área de entomología. Los jóvenes iniciaron su recorrido con la proyección de un material audiovisual que rescató la vida, lucha y legado del ilustre Dr. Arnoldo Gabaldón, reconocido sanitarista, investigador y epidemiólogo del siglo XX, cuyo programa contra la malaria logró eliminar esta enfermedad en dos terceras partes del territorio venezolano.
Posteriormente, los participantes conocieron las áreas de control y estudio, donde se les explicaron las funciones específicas de cada espacio. La visita continuó en la biblioteca histórica, donde pudieron observar mobiliario conservado desde 1936 y una invaluable colección de libros de salud pública, epidemiología y de enfermedades metabólicas. Entre los tesoros documentales, los jóvenes visualizaron revistas antiguas, un póster ilustrado de 1830 y los famosos “retazos”, los apuntes originales que el Dr. Gabaldón utilizaba para sus traducciones y compilaciones.
El recorrido incluyó la Sala Situacional, donde se gestionan y analizan los registros e indicadores académicos del instituto, y el Museo Entomológico, espacio en el que los jóvenes observaron insectos bajo el microscopio, interactuaron con los investigadores realizando preguntas y aprendieron los procedimientos para la observación científica. La experiencia culminó en la pérgola, un espacio donde se mantienen insectos vivos para la extracción de muestras, permitiendo a los semilleros científicos comprender de manera práctica el ciclo de estudio en entomología.
Esta ruta reforzó el interés por las ciencias naturales y la investigación, mostrando cómo el conocimiento científico se aplica históricamente para resolver problemas de salud pública. Esta iniciativa sigue sembrando en la juventud aragüeña la curiosidad y el compromiso con el futuro científico y tecnológico de Venezuela.







